Ministerio de Prisiones, Oficina de

Dirección
Calle Byron, 1311
Apartado de correos 230
Wheeling, WV 26003, Estados Unidos
Director interino
Director de oficina

Teléfono
(304) 472-1217
Información adicional

Dentro de la Diócesis de Wheeling Charleston, el ámbito de la Pastoral Penitenciaria está compartido entre la Oficina de Pastoral Penitenciaria y la Oficina de Pastoral Social.

La Oficina de Pastoral Penitenciaria se ocupa de todos los contactos, la divulgación y los sacramentos para los que están encarcelados. La misión es compartir nuestra fe y la gracia redentora de Cristo con aquellos que están encarcelados. Todos los clérigos, empleados diocesanos y voluntarios que deseen servir a los que están encarcelados dentro del sistema penal estatal o federal tendrán que ponerse en contacto con la Oficina de Pastoral Penitenciaria en el 304-472-1217 para la colocación, la formación y la acreditación adecuada.

La Oficina de Pastoral Social proporciona recursos y oportunidades para que las parroquias sirvan a los afectados por seres queridos que están encarcelados y a los que han cumplido su condena y ahora están "Reingresando" en la sociedad. Con demasiada frecuencia, las familias de los encarcelados y de los que han sido encarcelados se sienten solas, juzgadas e indignas de la gracia y la bondad que los fieles pueden ofrecer. Es como si ellos también estuvieran "cumpliendo" condena junto con su ser querido. La Oficina de Pastoral Social anima y apoya a las parroquias que están llamadas a servir a estas familias ofreciendo la gracia, la paz y la redención que sólo Cristo puede ofrecer. Cualquier Parroquia que esté interesada en comenzar una iniciativa de ministerio de Prisión Parroquial puede contactar a la Oficina de Ministerio Social al 304-233-0880 Ext. 289.

 

 

NUESTRA MISIÓN

La Oficina de Pastoral Penitenciaria ofrece atención pastoral a los encarcelados y a sus familias, al tiempo que trata de influir en los cambios de la política pública en materia de encarcelamiento. Empleamos y fomentamos la educación y el acercamiento cristiano mientras abogamos por una mejora y reforma continuas de nuestro actual sistema de justicia penal con el fin de mantener la dignidad humana de todos aquellos afectados por el encarcelamiento. Nos esforzamos por sustituir el modelo retributivo de justicia por uno restaurativo, que busca reconciliar y restaurar a la persona, a las comunidades religiosas y a la sociedad en general.

Buscamos informar a las Comunidades Parroquiales en la Diócesis de Wheeling-Charleston, de las necesidades de aquellos encarcelados o reingresando a la sociedad, y como responder a la invitación de Jesús: " Yo estaba en la cárcel... y tú me visitaste".

Reconociendo el valor inherente y la dignidad de todas las personas, los voluntarios católicos de instituciones penitenciarias perciben la pastoral penitenciaria como nuestra llamada evangélica a estar presentes y servir a los afectados por el sistema de justicia penal, ya sean reclusos, sus familiares, víctimas o funcionarios y personal penitenciario.

La responsabilidad del ministerio con los encarcelados proviene de la admonición de Cristo a cada uno de nosotros,"todo lo que le haces al más pequeño... me lo has hecho a mí" (Mateo 25). Nosotros, como comunidad de fe católica, debemos responder a la llamada de Dios a este ministerio social y pastoral involucrándonos de manera significativa, estando presentes en todas las prisiones, cárceles y centros de menores de esta diócesis.

Como voluntarios penitenciarios católicos, nos damos cuenta de que este ministerio se dirige a las comunidades de fe católicas y a otras personas marginadas en la sociedad. Los voluntarios son su voz y hacen todo lo posible para dar voz a las necesidades de los encarcelados en todos los niveles de la estructura de la Iglesia.

Por ello, la Oficina de Pastoral Penitenciaria reconoce la necesidad de un mayor esfuerzo misionero por parte de las comunidades parroquiales. Aprovechamos diversas oportunidades para dirigirnos a las parroquias, párrocos y líderes diocesanos e invitarles a entrar y participar con la comunidad de fe encarcelada.